En el universo de las energías, la Mano de Fátima (Hamsa) es uno de los símbolos más potentes y respetados. No es solo un amuleto, es un faro de protección contra el mal de ojo, las vibraciones negativas y un imán para la buena fortuna y la abundancia.

Hemos fusionado esta poderosa simbología con la nobleza del cobre puro, un metal venerado desde tiempos inmemoriales por su excepcional conductividad energética y sus propiedades holísticas. El cobre, en contacto con tu piel, amplifica y armoniza tu campo energético.